Plan de parto hospitalario

Tras mi experiencia como residente de matrona en el Miguel Servet viendo los planes de partos, voy a contar mi opinión.
Siento que es una valiosa herramienta que queda registrada y que a nivel institucional sirve para saber que las mujeres queremos partos respetados y sin apenas intervenciones. Hasta ahí todo fenomenal, elaboras tu plan de parto, lo pasas por el registro de atención al paciente y queda archivado en tu historia.

Sin embargo esto no va a hacer que todo se cumpla, ni mucho menos. No quiero desanimar a nadie, al revés, quiero poder dar alguna orientación para que tu parto se acerque lo máximo posible a lo que tú deseas. Muchas veces la persona que te atiende puede incluso darte algo más de lo que tú has pedido. Que esto no se trata de ir al hospital con escudo y lanza a luchar en contra de los que allí trabajan, esto debería ser un equipo, todos del mismo bando, el de la salud y la calidad en la atención.

No puedo decir cuáles son los motivos, porque no los sé y siempre nos ha parecido curioso que al recibir una mujer con un plan de parto, de entrada comienzan a suceder las cosas al contrario de cómo ellas lo han dejado por escrito. En cuanto dicen que no quieren ser estimuladas con oxitocina, zas, va y les toca una inducción porque se han pasado de la fecha de parto (por el motivo médico que sea en cada caso). Podría concluir que la frase de “no quieres sopa, pues toma tres cazos”, se cumple a rajatabla. Y es triste. Por eso compartir contigo mi visión, por si te sirve.

Si deseas hacer un plan de parto, lo primero que debes averiguar es cuáles son los protocolos del hospital donde vas a acudir, porque si vas a escribir cosas que no se pueden cumplir y son muy alejadas de la realidad o de la seguridad sanitaria para ti y tu bebe, lo único que puedes crear son tensiones innecesarias en el personal que va a recibirte. Para ello preguntando se va a Roma, y en algunos hospitales hay visitas guiadas al paritorio (el Miguel Servet tiene), durante las cuales puedes llevar preguntas para hacerle a la persona que te guie.

Por otro lado, tras redactar tu plan de parto, es importante hacer saber a las personas que te atienden, la flexibilidad de tus decisiones y que cualquier cosa que vaya a ocurrir puedes comentarla con la matrona que te haya tocado. Primero de todo, porque cada persona tiene una forma de trabajar (con la que probablemente lleva años y se sienta muy segura. No es mi labor criticar el trabajo de nadie, sino ayudarte a ti), la cual cree que es la mejor para ti y tu bebé, y por otro lado porque la flexibilidad y la aceptación son las claves de la felicidad. Esto suena muy genérico, pero es cierto, vale para todo en la vida y un parto no es más que el reflejo de tu vida (no te ofendas, yo tuve una cesárea que no me gustó nada de nada y sé que fue fiel reflejo de mi vida en ese momento). Si eres capaz de aceptar lo que venga, lo que sea que tenga que suceder y ser flexible en tus opiniones, mejores resultados tendrás en tu parto y en todo. Suelta el control y disfruta el viaje.

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