He tenido la fortuna de conocer a Laura aunque vivimos lejos, de compartir a través del teléfono tanto aprendizaje en la distancia, a sacar a la luz la mejor matrona que llevamos dentro, puliendo cada día para sacar lo más hermoso… sin intención de ser perfectas. Sólo hay ego en la perfección, sólo hay miedo a mostrar nuestra vulnerabilidad. Somos imperfectas, cambiantes, distintas cada día, con cada pareja, nuevas con cada nueva experiencia.
Laura es hermosa porque es transparente, auténtica, sin tapujos… te dice las cosas tal y como las siente, desde su mundo, como cada uno de nosotros percibimos todo a través de nuestros ojos, de nuestras gafas, de nuestro bagaje.
Este mundo sería más hermoso de habitar si fuéramos más transparentes… si no nos taparan la boca con el miedo, si fuéramos fieles a lo que nosotros consideramos justo, si nos lanzáramos a la piscina como ella lo hace, con energía, alegría y confianza.
Un placer compartir contigo, Laura, este viaje de matronas, de comadres, de parteras.