Junio 2020, Cabrera d’Anoia (Cataluña).
Habitaba, todavía dentro de mi, la niña que he sido, la niña que cuando se cansa dice basta y no sube la montaña. Habitaba dentro de mi en un lugar cómodo donde refugiarse de la responsabilidad. Habitaba en mi la pereza de cuidarme. Parir para transitar la propia sombra y llegar a la luz. Abrirse para dejar paso, dejar paso a mi hija y dejar paso a la mujer que deja atrás a la niña que fue y coge las riendas.